Cuando supimos que Victor y Vicky iban a ser papás, todos en la cuadrilla nos volvimos muy locos: “¡madre mía cómo pasa el tiempo!”, “¡nos hacemos viejos!”, “¡si parece que fue ayer cuando…!” y un sinfin de anécdotas y exclamaciones típicas entre abrazos y felicitaciones. El regalo perfecto para ellos estaba claro: ¡Fotografías para la mamá y su bebé! Una “sesión embarazo y recién nacido” era la mejor elección.
Y es que aunque cuando David y yo nos casamos todo el mundo apostaba que seríamos los primeros en caer (porque de todos es sabido que si nos ponen un bebé en brazos nos derretimos como un helado en pleno agosto), han sido Victor y Vicky los primeros valientes en lanzarse a la piscina, y para nosotros ha sido increíble poder compartir esta experiencia y fotografiar a este diminuto tan precioso que acaban de traer al mundo durante la “sesión embarazo y recién nacido”.
¡Muchísimas felicidades, chicos!